viernes, 9 de abril de 2021

Anacronismo de récord, mundial.



Las reseñas de discos generan en mí el mayor de los tedios, publicaciones superfluas movidas por el interés más vacuo, más aún si le toca a uno explayarse. Pero siempre tenemos alguien en el que poder confiar, lo que haga, al menos, nos hará gastar parte de nuestro tiempo libre en algo potencialmente productivo; y este es el caso de Récord Mundial y sus agentes provocadores. 

*Si estás ojeando esta entrada desde un móvil o tablet, encontrarás un buen salto en blanco, corresponde a su recién estrenado vídeo que puedes encontrar en youtube como "Récord Mundial - Dibujos en la Acera", ¡corre, insensato!*

 

Tras charlar con las mentes precursoras, cerve en mano, y servidor, que ha vivido alguna que otra situación de diversa índole con los instigadores... tenía en mente que Récord Mundial iba a ser un grupo de hardcore melódico con todos sus clichés, pelo decolorado y powell peralta a los pies; y sinceramente, me alegra estar equivocado. No es que eso fuese un desdoro o una decepción, pero si hablamos de gustos personales, y no estoy dispuesto a llevarme la contra, si algo he comprobado a lo largo de años de tortura sonora hacia mi cerebro, es que hace falta algo más que eso para que perdure en mis simples y vagos recuerdos. 



Para los que no se atreven a carlarse ni unas olivas sin referencias, el manido asunto de las comparaciones, este EP, su debut, es un himno punk a base de ganchos, al estilo de grupos como Lifetime o incluso Avail, pero con más calle y mucho más lírico y melancólico. Es probable que al escucharlo asomen por tu terraza rastros de Leatherface y Jawbreaker también. Pero Récord Mundial no suena demasiado británico o cercano al Oi!, y sus aceras son las de Albacete, las de Parque Sur o el ensanche, no las de New Jersey; por lo que su mezcla es más una ligera esencia que un hedor o un calco de estos dos.

 


Digo terraza ya que es algo alterno en mí. Cuando se acerca el estío, un par de rayos de sol, tiempo de barbacoas y risas con los amigos, siempre me acompaña algo que me traslada a los 90, Dinosaur Jr., Lungfish o MilkMusic en mi mente; y este año es el turno de Récord Mundial, por algo será.


miércoles, 27 de enero de 2021

Bill Direen "The Builders"

 Tras The Builders, Bilders, Die Bilder, Six Impossible Things y otras tantas nomenclaturas que mutaban en función del sonido y formación que las componían, encontramos a Bill Direen como nudo. Prolífico artista, poeta, intérprete y la parte a la que voy a dar mayor importancia, debido seguramente a mi vago intelecto, músico que perpetró innumerables asuntos de la escena kiwi más desconocida desde comienzos de los años 80.


Bill Direen con "Above Ground", foto de Stuard Page.

Si hablamos de nombres propios en la música underground de Nueva Zelanda, rara vez saldrá reflejado el nombre de Bill Direen entre gente como Chris Knox, Robert Scott, Hamish Kilgour o Peter Jefferies entre amplio elenco; pero aún habiendo colaborado con cada uno de estos en numerosos proyectos, es su versión en solitario, ese halo de personaje outsider, el que le convierte en un favorito de este hogar. 


Su movimiento comenzó en Christchurch con Vaccum, una de las bandas precursoras de los sonidos más oscuros que darían paso unos pocos años más tarde, junto a Features o Proud Scum, a la cantera Flying Nun más relacionada con post punk, con Gordons This Kind Of Punishment a la cabeza. Pero vamos a dejar de lado la chapa histórica, para esto ya tenéis geniales páginas como audioculture con horas y horas de lectura y visionado en tu sillón favorito. Si cogemos el único single de Vaccum como referencia y a ese sonido taciturno le vamos administrando un  filtro del folk y pop más melancólico, podemos comprender un poco más el sonido de Bill Direen en cada uno de sus proyectos. 



Hace unos años me topé de frente con varias reseñas de los singles de Builders y Bilders en algún destartalado blog, debido a las últimas reediciones que han ido apareciendo en sellos europeos como Unwucht o Zelle records, y recuerdo que era común el símil con Nick Cave, quiero pensar que relacionado a su época con The Boys Next Door y Birthday Party; pero yo me quedo con Rowland S. Howard en todos los aspectos, tanto comparativos como de resultado final.

martes, 26 de enero de 2021

Julio Tornero "Madrelarva"

 


Julio Tornero no ha parado un momento en los últimos años. Bien sea desde un tórrido local de ensayo valenciano (Antiguo Régimen, Polígono Hindú Astral) o en la umbría de su hogar (Julio Tornero, Zotal, Madrelarva...), es artífice de decenas de referencias para bailar o dar una vuelta por el polígono más cercano de casa. Desde el post punk más melancólico al EBM más movido, pasando por krautrock o el ambient más ruidista; con Julio tienes horas de esparcimiento. 



¿Qué tal Julio, dónde te pillo, soleada zona mediterránea o con parka Inuit en gélidas tierras llanas?

Pues me pillas en Valencia, aquí en el cabañal, medio confinado, echando de menos la gelidez manchega y su paisaje, mirar al horizonte y no ver nada, eso me gusta. Aquí vivo más encerrado.

Tenía ganas de charlar un rato contigo en estos momentos, ya que eres una de las personas que he visto, más están aprovechando este impasse de caos actual para mover material nuevo, tanto a nivel edición como compositivo. ¿En qué andas metido ahora mismo?

Acabo de terminar un LP de tecno industrialoide que saldrá en Verlag System pronto. Es bastante machacón y repetitivo, a lo Muslimgauze cuando se pone cabezón, o Esplendor, salvando las distancias. También sigo haciendo ambient, o ruido (la cosa oscila entre ambas). Y recuperando la guitarra acústica, que hacía tiempo que no me ponía a ello, y me gustaría sacar algún día mi vena más folkie: es mi espinita.

Con respecto a tus proyectos en solitario como Julio Tornero y ahora bajo la firma de Madrelarva, con la cual has sacado una cantidad ingente de buenos asuntos este último año, ¿A qué se debe el cambio de nomenclatura?. Se percibe un notorio paso del EBM más oscuro y paisajista a un sonido más lúgubre, industrial y lleno de loops que no dejan que baje nunca, ¿Tiene algo que ver en ese cambio o es tan sólo algo cíclico?

Simplemente es un cambio en el método de componer. Me cansé de las secuencias, es decir, de programar notas, una seguida de otra. Ahora prefiero jugar más con las texturas (el LP de tecno es bastante más ruidista que lo que saqué en Fmur por ejemplo, y se basa en antiguas ideas). Me lo paso bien jugando con samples, grabaciones, estirando el sonido, o difuminándolo. Jugando también con mi voz, volviéndola irreconocible... También puede venir de un cambio en mi mentalidad: aunque nunca he sido muy de club, es algo que cada vez me llama menos. Soy bastante solitario y esquizo, y el industrial para mi es como un patio de juegos.

Bajo la referencia de Julio Tornero disfrutamos de algún 12" como "Despojos cósmicos" (Femur), pero con Madrelarva todos los trabajos editados hasta ahora han sido en casete. ¿Es debido a la inmediatez, gusto propio, o simplemente ha surgido así? 

Ha surgido así. Además me gusta el casete como artefacto. Para las cosas más experimentales es lo que antes se mueve, por lo barato que es producirlo.


Aprovecho que justo en el momento que estaba escribiendo estas preguntas, hoy día 25 de enero, acabas de anunciar que sale el primer 12" de Madrelarva en Invisible Animals y redirijo la pregunta, ¿Cuál es la diferencia para que un material salga editado en un formato u otro, tan solo la proposición del sello o gusto propio?

No es un 12, quizás te haya confundido que lo haya anunciado como álbum. Será una casete. Me gusta el sello, lo que publican y su estética. Estéticamente los artworks de lo que edito son muy distintos entre sí: normalmente dejo libertad para que pongan imágenes a mi sonido y así sea todo algo más colaborativo. A veces me sorprendo mucho. Me encanta lo que hizo Faith Disciplines, o lo que han hecho Invisible Animals.

Detriti Records, sello fetiche en mi hogar, ¿Cómo surgió trabajar con ellos? Debe ser un gustazo ver una referencia tuya en un catálogo tan currado tanto musical como estéticamente.

Les envié una demo y me contestaron enseguida. Me sorprendió que me publicaran algo ahí. He de decir que estoy algo desconectado de lo que están sacando.

Recuerdo que hace tiempo me hablaste de Tornische, colaboración con la bielorussa Anneq, editada en el sello de Brooklyn, Cititrax (The KVB, Futurisk), que me calé hace poco y suena totalmente distinto a algo anterior que hubiese escuchado en tu repertorio. ¿Cómo surgió?

Conocí a Anneq en un concierto en Madrid y enseguida nos pusimos a intercambiar música e ideas. Somos buenos amigos. Es lo más weirdo que he hecho y fue muy divertido grabarlo, es algo casi paródico, para mí un exorcismo y una forma de cerrar una etapa de reutilización de sonidos ochenteros. 




Hace poco escuché un adelanto del Lp de Nunca Nada, nuevo proyecto con un par de miembros de los extintos Antiguo Régimen. ¿Podremos verte a ti en alguna formación similar en breve?. ¡Hay ganas!

Lo he intentado un par de veces, pero me cuesta la rutina del local de ensayo. ¿quién sabe si algún día volveré a tocar en una banda? Todo es cíclico. Ahora no me veo. No sabría ni hacia qué estilo tirar. Mis gustos se han deformado mucho, a veces hasta la aberración. Siento que hay un desfase entre lo que escucho y lo que acabo haciendo, siempre son cosas distintas. Mucha gente se sorprende de la poca idea que tengo de cosas en plan ochenteras que se están haciendo ahora, y yo de repente me descubro escuchando metal y cosas así.


Antiguo Régimen en La Residencia (Valencia)


Hablando un poco de la terreta, esta pregunta la lanzo con bastante envidia sana... Valencia está en ebullición, decenas de bandas nuevas y lo que me parece más importante, mezcla de peña muy joven con gente ya rodada en infinidad de estilos distintos. Pero llama la atención y no es nada nuevo, todos sabemos de qué parte destroy valenciana de los 80 y 90 lo han heredado; sellos como B.F.E, Verlag System, Fill-Lex Records, Tagomago fest y grupos como Carmina Burana, los propios Antiguo Régimen, Rodilleras y actualmente Mausoleo, Sistema, Tercer Sol... junto a una infinidad de proyectos y asuntos de la electrónica más variada, oscura y troner. ¿Cómo un lugar tan soleado puede ser tan oscuro, cazalla y la sombra de los locales de ensayo?

Yo también me lo pregunto a veces, esto tiene una energía rara, como pasaba en Twin Peaks. Aquí habita algo que no es del todo humano, una especie de  entidad caótica que se comunica a través de la música y nos maneja como títeres. jajajaja. Ni idea, pero me encanta la ciudad y todo lo que se mueve por aquí la verdad. Es y ha sido un gusto estar tantas veces cerca de esos nombres y conocer a la gente que les ha dado vida.

¿Planes de futuro cercano y nuevas ediciones?

Un casete de Madrelarva en Discos Mascarpone, lo que ya dije en Verlag(ese LP tecnoide), y bueno, a ver si me saco unos temillas con la acúsitica algún día, que ya tengo alguna línea chula y me apetece volver a cantar.


Julio Tornero "Madrelarva" con sus múltiples artefactos"
                                   

Conozco y comparto tu filia por el acid folk y los grupos psicodélicos más oscuros de los años 70 y 80 ¿Algún nuevo descubrimiento?

Me flipa ese estilo. He descubierto cosas y sigo buscando. Me encanta lo de Pep Laguarda y Tapinería (folk hippie valenciano). Can Am des Puig, que se grabó en Mallorca, creo, o los vascos Haizea. Por hablar de cosas de por aquí. Ah, y unos nórdicos, Folque. 

Es el momento de hacer un poco de patria chica albaceteña, Julio. Hace mucho tiempo, desde la última charla con alguien que publiqué aquí, que no hago esta pregunta y no quiero que se pierda. ¿Alguna receta, algún lugar o producto de la gastronomía manchega que los dos o tres lectores que vayan a llegar a esta charla, no se puedan perder?

El vino de Higueruela, mi pueblo: denso y cabezón, como la vieja madre larva.

Es todo, Julio. ¡Gracias por tu tiempo!

Gracias a ti por el interés. Un abrazo.

viernes, 22 de enero de 2021

Howard Nishioka "Street Songs"


De Stijl, babilónico movimiento artístico. Concepto utópico que representa de fenómenos lo que un sello de apropiado nombre, con raíz en Minnesota y mente de basta orbe, creó a lo largo de más de 10 años de vida; y vaya creación... desde el rescate de Michael Yonkers 39 Clocks a la, ahora masticada, escena kiwi (Peter Jefferies, David Kilgour) mucho antes de explotar en los estómagos de miles de fervientes seguidores del hype, pasando por los sonidos más abruptos de Wolf Eyes o Stare Case.

Y es aquí donde entra Howard Nishioka, que a finales de 1979 y seguro, dejándose llevar por la escena no wave y psicodélica del punk del momento, creó The Fuckin' Flyin' A-Heads, grupo que rescataría De Stijl varias décadas después. Pero sin más, single que no va a destacar en muchas estanterías y recordaremos por dar paso al trabajo del hawaiano en solitario. 




 A primera vista y si localizas la portada del disco en una de esas cubetas de saldo, poca gente pensaría otra cosa que no sea un disco de reggae o dub más, pero nada más alejado de la realidad. Con la ya citada procedencia de Howard podemos vislumbrar lo que encontraremos en "Street Songs" (Otaro records 1979)... y ahora es el momento de descubrirlo. Prepara tu sillón favorito y colócalo en el punto más soleado del salón, previa visita a la nevera, cerveza en mano, cala el disco y ahora sí, un tremendo monstruo de psicodelia tropical sin voces que te distraigan de lo que estás haciendo, el momento favorito del día, la negación más absoluta de cualquier acto físico.





 


miércoles, 15 de julio de 2020

Coïtus Int. (Holanda 1978 - 1992)



Tengo la impresión de que cuando se hace referencia a "DIY" y la autogestión, en cuanto a la edición de discos y promoción de una banda de finales de los años 70 o comienzos de los 80 se refiere, viene a la cabeza, de forma maquinal, la exclusividad de Gran Bretaña como punto y la cantera Messthetics como beneficiaria. Al menos en el caso de mi repetitiva y primaria mente.

Pero la realidad es bien distinta. La situación social y económica de esos años y las dificultades para poder acceder al circuito de conciertos en salas y los teóricos beneficios que generaba el estatus de pertenecer a un sello discográfico, hicieron que centros autogestionados y grupos adyacentes, con una idea y forma bien marcada (Desperate Bicycles siempre presente), crecieran a lo largo y ancho del globo. 

Uno de los puntos álgidos en estos términos y en esa época fue Holanda. Es aquí donde entra Coïtus Int., que al igual que otros paisanos que no podemos dejar pasar sin una mención, como son The Ex, Rondos, GepøpelAhoe-Ahoea, comenzaron desde bien jóvenes moviéndose en este circuito a base de un punk bastante crudo, para, sin llegar a salir de este ámbito, suavizar y oscurecer su sonido a base de las influencias que iban llegando de Inglaterra y allende los mares, Estados Unidos y su no wave, de forma más acentuada.
 
En el caso de Coïtus Int. y dado que este año no hemos tenido primavera, me tomo la licencia de destacar su segundo álbum "Sex For The Wealthy" y este tema en concreto.

*El tema que destaco es "It's Springtime, Baby". Si visitáis esta entrada en formato móvil, me temo que no podréis escucharlo.







Ya es verano, amigos.

jueves, 9 de julio de 2020

DatBlygu




Es probable que mi disfuncional sistema auditivo, tras largos años de ruido y estridencia sonora de muy dudoso gusto, tenga gran parte de culpa, pero es irrefutable, soy gran adepto de los sonidos más caseros, dispersos, de verso suelto y cuya doctrina se ve abocada a lo más oscuro y abúlico de la escala del molar musical en la actualidad... lo que desde hace unos años vienen metiendo en un saco sin fondo ni filtro llamando lo-fi.


Es por ello que no puedo dejar pasar la oportunidad de hablar de Datblygu, aunque sea en un viejo y demodé blogspot. Digo oportunidad ya que hace unos meses leía en algún webzine el inminente estreno de un documental de fenómenos. De los pocos que realmente puedo decir, estoy ansioso por cazarlo. "This film should not exist" relata las andanzas de dos chiflados (no me cabe la menor duda) de Italia, que en 1995 se dedicaron a acompañar por el mapa europeo la gira de Country Teasers/Oblivians y, desconozco aún en qué medida, Datblygu. Lo que sé con certeza es que Ben R. Wallers ha citado en numerosas ocasiones a los de Gales como uno de sus grupos outsiders favoritos, es más, ese fue el motivo por el que llegué a ellos hace ya unos años.




Pero vamos a lo que importa, Datblygu es un grupo cuasi fantasmal, al menos para los pocos lectores que puedan llegar a esta entrada de blog. Digo esto ya que tan solo tiene un disco editado en formato Lp, el cual data de hace más de dos décadas, y una sesión con John Peel con un precio realmente prohibitivo desde entonces. El resto son Cd-s, casetes y recopilatorios digitales de algo realmente difícil de describir. Sin duda, podemos recurrir al ejercicio de nombrar contemporáneos y colegas que sirvan de guía en su sonido como The Fall, el propio The Rebel o allende los mares, Jim Shepard y V-3, pero a todo esto hay que sumarle altos grados de locura a base de sintetizadores, bailes y el indescifrable idioma galés. Lo mejor de todo esto, como siempre, es que lo compruebes tú mismo.




Ya va siendo hora de una reedición en condiciones de este asunto eh, bueno...

viernes, 3 de julio de 2020

Tommy Jay's "Tall Tales Of Trauma" Lp






Llegué a este disco a través de uno de los monomaníacos musicales al que más aprecio tengo, Jim Shepard. Ohio, como tantas otras zonas del globo en las décadas de los 80 y 90, era un babilónico hervidero de proyectos y grupos  de una vertiente cercana al punk. Deudores de la herencia dejada por Electric Eels, Pagans, Rocket  From The Tombs e incluso Devo, hubo una facción que se desmarcaba del resto por unas características más afines a lo que ocurría en Nueva Zelanda o el "do it yourself" de U.K., en cuanto a método y forma. Vertical Slit, V-3, Mike Rep, Great Plains o posteriormente Thomas Jefferson Slave Apartments y Eggo Summit, dan buen ejemplo de ello. Fue en este último en el que coincidieron Shepard y Tommy,  grupo ecléctico, algo cabalístico y poco prolífico. 







Pero vamos a lo que nos interesa, Tommy Jay's Tall Tales Of Trauma. Todo empieza bien en este disco, una portada inquietante y uno de los mejores títulos que he encontrado en mucho tiempo.  En cuanto al contenido, un compendio de psicodelia, lo-fi, punk y folk envuelto en un ambiente agrio y lóbrego que lo hace irresistible. Fue editado originalmente en formato k7 y data de mediados de los 80, hace pocos años lo reeditó Columbus Discount y es realmente difícil hacerse con una copia. Toca rastrear la infinita red.

*Por suerte, a día de hoy podemos decir que en 2016 lo volvió a rescatar Assophon Records y ya es factible y sin demasiado esfuerzo económico y logístico, adquirir una copia.